La Sed Digital: El Consumo Desmesurado de Agua por la Inteligencia Artificial

En medio de la pintoresca localidad de The Dalles, Oregón, se encuentra un hipercentro de datos de Google que, paradójicamente, consume más del 25% del agua en una región amenazada por la escasez. Este centro, destinado a refrigerar miles de computadoras, ha triplicado su consumo en los últimos cinco años, según informes de Oregon Live. Mientras los vecinos enfrentan la posibilidad de restricciones de agua, la multinacional planea abrir dos centros adicionales en la cuenca del Columbia, generando preocupaciones ambientales entre ecologistas y agricultores locales.

Este fenómeno no es exclusivo de The Dalles; Estados Unidos, hogar del 30% de los centros de datos mundiales, experimenta desafíos similares en lugares como Arizona, Utah y Carolina del Sur. Incluso en Europa, Microsoft se vio envuelta en controversias por el alto consumo de agua en una de sus instalaciones en Países Bajos, mientras que Google enfrentó obstáculos en Alemania por la negación de permisos para un nuevo centro de datos.

El Impacto del Auge Tecnológico en el Consumo de Agua

El auge de servicios como streaming, aplicaciones en la nube y la inteligencia artificial generativa ha llevado a un aumento significativo en el consumo de agua por parte de gigantes tecnológicos. Google registró un incremento del 20% en su consumo de agua en 2022, mientras que Microsoft, propietaria del 75% de OpenAI, experimentó un aumento del 34% en el mismo periodo.

La presentación de ChatGPT en noviembre de 2022 marcó un hito en la carrera por la inteligencia artificial generativa, impulsando a Google y Microsoft a invertir fuertemente en esta tecnología. El entrenamiento de modelos como GPT-4, llevado a cabo en Des Moines, Iowa, contribuyó al aumento del consumo de agua, según el profesor Shaolei Ren de la Universidad de California.

Cifras Reveladoras: El Costo Ambiental de la Inteligencia Artificial

Aunque las empresas no divulgan cifras específicas sobre el agua utilizada en el entrenamiento de modelos de inteligencia artificial, investigadores estiman que el proceso puede consumir grandes cantidades de agua. Un estudio próximo a publicarse estima que ChatGPT consume medio litro de agua por cada 5 a 50 interacciones, dependiendo de la complejidad del input.

Las cifras de consumo de agua de las principales tecnológicas muestran aumentos notables. Google y Microsoft lideran con aumentos del 82% y 35%, respectivamente, en 2022. Meta (Facebook) y Apple también experimentaron incrementos, aunque significativamente menores.

La Crisis Climática y las Perspectivas Futuras

La industria tecnológica, consciente de su impacto ambiental, está explorando soluciones. Google, por ejemplo, argumenta que el aumento en su consumo de agua se debe al crecimiento del negocio. Meta planea utilizar sistemas de secado eléctrico en sus nuevos centros de datos centrados en IA.

Sin embargo, la pregunta persiste: ¿puede la inteligencia artificial avanzar sin agotar recursos hídricos? Los llamamientos para reducir el consumo digital se unen a las discusiones sobre transporte y alimentación. Mientras algunos abogan por el decrecimiento digital, otros argumentan que los centros de datos son esenciales y no hay alternativas viables.

El dilema entre el avance tecnológico y la sostenibilidad ambiental plantea un desafío crucial para la industria y la sociedad en su conjunto. A medida que las tecnologías continúan transformando nuestras vidas, la necesidad de abordar el impacto ambiental se vuelve más urgente que nunca.

El excesivo consumo de agua de los centros de datos

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